Este consejo se puede aplicar, en realidad, a cualquier cámara -smartphone, compacta o reflex-. Dispara con ella en distintas situaciones y prueba qué resultados ofrece. Si algo bueno bueno tiene la fotografía digital es que no tienes limitación en el número de disparos. Prueba los diferentes modos manuales y automáticos, trastea con todas las opciones y podrás sacarle todo el partido posible.
Entra en las opciones de la cámara y asegúrate de que está configurada para tomar las fotos en la máxima resolución y calidad posible. Si tu teléfono te da la opción de disparar en formato RAW, aprovéchalo.
Cuida la Iluminación
En el caso de tratarse de fotografía de producto, la iluminación normalmente está controlada (el producto no se mueve, con lo cual, puedes iluminarlo tanto como quieras que en principio tu producto no debería salir huyendo, jeje). Procura poner un fondo neutro y al menos un par de fuentes de luz continua a los laterales. Si usas luz natural de una ventana, y una cartulina blanca al otro lado para matizar las sombras.
